No hubo sorpresa, pero la votación celebrada en Kuala Lumpur para elegir la ciudad sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 fue más igualada de lo que en principio se preveía. Pekín se impuso a la otra aspirante Almaty (Kazajistan) por 44 votos a 40 (sólo una abstención) en la que la participaron los 85 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI)con derecho a voto.
Dos países sin ninguna tradición en deportes de invierno, ante la falta de interés de candidaturas más solventes, lo que viene a demostrar que la organización de los Juegos sólo parecen interesar a países emergentes o bañados en los petrodólares. Sin duda un nuevo toque de atención para el Comité Olímpico Internacional. Para los seguidores de las estadísticas no escritas del COI con esta elección , y ante la falta de candidaturas europeas, se acaba de romper la llamada alternancia de continentes ya que Asia albergará de forma consecutiva tres Juegos . Los invernales de Pyongyang 2018 y los de verano de Tokio 2020.
En China los deportes de invierno son practicamente desconocidos y en estos momentos no hay instalaciones ni deportistas locales de nivel
Pekin tendrá el honor de convertirse en la primera ciudad de la historia que organiza unas Juegos de verano e invierno, objetivo para el que inicialmente también optaban Múnich y Barcelona. No obstante, tanto la ciudad catalana como la bavaresa renunciaron antes de convertirse en candidatura oficial para los Juegos del 2022. En Pekin no hubo el entusiasmo que se vivió en 2001 cuando fue escogida sede de los Juegos de verano.
Y es que en la China los deportes de invierno son prácticamente desconocidos. Todo está por hacer. No hay instalaciones deportivas y tampoco deportistas. En todo caso será interesante ver cómo evolucionan en especialidades en las que tienen nula participación, como por ejemplo el esquí alpino. ¿Serán capaces de conseguir atletas de cierto nivel en menos de una década? En fin estas y otras preguntas de momento quedan en el tintero.