Pepín Román se presenta como un aventurero al que le gusta vivir descubriendo.
Pepín Román (Santander, 1991), aventurero cántabro y embajador de Helly Hansen, es un enamorado del esquí y de la montaña. Vive con pasión el outdoor y se define como “especialista en actividades de aventura alrededor del mundo, al que le gusta vivir descubriendo”. El terruño le tira, -Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa a la cabeza- pero Las Dolomitas (Italia), Cordillera Real (Ecuador), Alberta (Canadá), Alaska (EE.UU.), Cachemira (India), la isla de Hokkaido (Japón), las Islas Lofoten (Noruega) o Islandia son parte de su terreno de juego cuando sale de Cantabria. Viajes de aventura personales y otros como responsable de pequeños grupos de viajeros activos a los que guía en sus vacaciones de turismo activo a la carta con su empresa Himal Mountain Adventures.
Como todos, y después de casi dos meses de confinamiento, está deseoso de salir a la montaña, recuperar la libertad y el contacto con la naturaleza que el coronavirus nos arrebató de forma brutal. La primera pregunta era casi obligada.
¿Se producirán más accidentes en el entorno outdoor, tras el desconfinamiento?
No puedo saberlo. Si puedo decirte que por irresponsabilidad hay muchos accidentes en la montaña. Se cometen errores que terminan en desgracias. Vivimos en un mundo en el que las irresponsabilidades forman parte cotidiana de nuestro día a día y en la montaña pasa más de lo mismo.
Y, ¿A qué crees que se deben?
La mayoría de los accidentes en la montaña se producen por falta de planificación, experiencia y equipo. Además, la improvisación aumenta la probabilidad de accidente, sin contar los percances fortuitos que puedes tener a consecuencia del propio entorno. En demasiadas ocasiones la gente sobreestima su capacidad física y técnica; y, con la facilidad de comunicación con los equipos de rescate, la gente baja la guardia y se arriesga más de lo necesario.
En la montaña, convivimos con el lema; “es mejor estar aquí abajo, queriendo estar arriba, que estar arriba, deseando estar abajo”.
¿Qué situaciones comprometidas has vivido como aventurero?
Afortunadamente, no hemos vivido ninguna situación comprometida. Sólo alguna lesión fortuita o problema de salud. Somos muy escrupulosos en los márgenes de seguridad y es algo que nunca nos saltamos ni a nivel profesional ni individual. En la montaña, convivimos con el lema; “es mejor estar aquí abajo, queriendo estar arriba, que estar arriba, deseando estar abajo”. Y creo que esto es aplicable a toda actividad en la montaña y que puede ayudarnos mucho a todos. Justamente es la planificación, la experiencia y el equipo lo que evitará un porcentaje muy alto de situaciones comprometidas y posteriores accidentes.
Y en la variada montaña española, ¿Qué podemos encontrarnos?
Afortunadamente, al cabo del año recorro muchos países y cordilleras, todas con sus peculiaridades y complejidades, tanto técnicas como sociales. A 6.000 metros de altura en el Himalaya el rescate es muy difícil, mientras que un accidente en nuestras montañas tiene otros condicionantes. Evidentemente, aqui también existen riesgos, pero…
Los Picos de Europa, por ejemplo, están expuestos a cambios meteorológicos, tiene grandes desniveles y condiciones muy cambiantes por lo que la aventura en mayúsculas siempre está garantizada. Aquí es necesaria una planificación muy escrupulosa; tener muy en cuenta la meteorología, la hidratación por el tipo de terreno calizo y el equipo acorde a la actividad que vayamos a desarrollar. Ante la duda, es mejor contratar los servicios de un guía de la zona.
Es fantástico viajar con 20 desconocidos y regresar con 20 nuevos amigos.
¿Cuáles serán tus próximos retos tras el confinamiento?
Antes del verano teniamos previsto desplazarnos al archipiélago de Svalbard, Noruega, para realizar un viaje de exploración, que combina la navegación y el esquí de montaña. No sé si llegaremos a tiempo por la situación vivida a causa del coronavirus. En agosto nos espera una vez más la región de Ladakh, en el Tíbet, donde iremos a una zona desconocida con nuestros todo terreno en busca de nuevas montañas esquiables.
No obstante, Pepín Román nos recuerda las bondades de la cordillera Cantábrica y sus paisajes. «A veces no hace falta viajar tan lejos para disfrutar de buena nieve». Toma aire y a renglón seguido sigue desgranando su agenda viajera para lo que queda de 2020…
En octubre, regresaremos con nuestros amigos de Nepal y nos llevaremos las bicis para dar la vuelta a los Annapurnas con ellas; será bonito dar pedales por estos caminos que tantas veces hemos pisado. Después nos quedaremos en Nepal para llevar un grupo especial de fotografía al campo base del Everest. Estuvimos el año pasado con 20 personas sin experiencia en montaña y para los que fue la aventura de su vida. Fue toda una experiencia con mucho trabajo detrás de asesoramiento, gestión de esfuerzos, seguridad y salud. Es fantástico viajar con 20 desconocidos y regresar con 20 nuevos amigos, algo que es muy gratificante.
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