El joven ruso Rustam Nabiev, doble amputado de piernas, asciende al Manaslu (8.163 metros) junto a dos compañeros y cinco sherpas.
Rustam Nabiev coronó el Manaslu 8.163 m y se convitió en el primer doble amputado de las extremidades inferiores que asciende a la cima de un ochomil. A diferencia de otros montañeros con amputaciones, el joven exmilitar ruso no utiliza pròtesis en sus ascensos. Sólo se vale de sus manos y de la sujeción de sus compañeros de cordada en los momentos críticos. 24 horas después del ascenso a la cima, Nabiev escribió en su Instagram que «pocos creían en esto, pero lo hice. El 2 de octubre de 2021, a las 10:00 a.m., estaba parado en la cima del monte Manaslu. Escribí una nueva página en la historia del montañismo, convirtiéndome en la primera persona del mundo en escalar un ochomil con las manos».
Nabiev perdió las piernas en el derrumbe de un cuartel militar en Omsk, Siberia, julio de 2015, en el que faallecieron 23 militares. Fue rescatado de los escombros cuando ya se le daba por muerto. No se hundió y reconstruyo su vida con una capacidad de superación excepcional. Comenzó a jugar a parahoquei sobre hielo y el año pasado se convirtió en el primer primer doble amputado sin prótesis que ascendía al Monte Elbrus después de subir 15 horas apoyado sólo por sus manos. Este septiembre sorprendió a la comunidad alpinística al proponerse hacer lo mismo subiendo el Manaslu de 8.163 metros.
Cualquier ascenso de Rustam Nabiev suele durar normalmente el doble de horas que el de una persona con las extremidades inferiores
Acompañado de dos personas y cinco sherpasl de la agencia nepalí Imagine Nepal, que dirige Mingma G, llegó a la cima de la octava montaña más alta del mundo. El ataque comenzó el viernes desde el campo 4 del Manaslu situado a 7500 metros. En el camino ha tenido que superar alguna pared rocosa y de nieve con un ángulo de entre 65 y 75 grados.
El ascenso de Rustam Nabiev a la cumbre duró cinco dias y descendió en 24 horas como reconoció el propio alpinsita ruso destacando que «durante este tiempo, caminé sobre mis manos durante unas 50 horas y 35 km, dando más de 105 mil golpes con piolets. Casi nadie creyó en este proyecto. Todos se mostraron escépticos, especialmente los escaladores profesionales, diciendo: bueno, déjenlos jugar, vayan (si lo hacen) al primer campamento y luego den la vuelta. Y llegué allí, pero no me volví. Tenía más confianza en mí mismo, en mis fortalezas y capacidades. ¡Sabía que tenía suficiente hasta el final, que iba a aguantar, que no me echaría atrás a pesar de todos los que dudaban de nosotros y por el bien de los que creían en nosotros».
El ascenso a la cumbre desde el campo base duró cinco días y Rustam Nabiev caminó sobre sus manos durante alrededor de 50 horas
En su pequeño relato post cumbre reconoció que “durante todo el ascenso, solo dije tres veces que era difícil para mí y que estaba cansado. Esos fueron los únicos momentos de debilidad que me permití. Pero después de eso, con una ira aún mayor, continúe caminando. Cuando llegué a la cima, no tenía emociones. No tenía comprensión de lo que se había hecho … No, imagínense, el Manaslu la octava montaña más grande de nuestro planeta, y subí a la cima con mis manos solamente. Y lo primero que digo: tengo mucho miedo a las alturas”.
Una vez en el campo base, acurrucado en posición fetal, lloré durante media hora y no pude parar
Rustam Nabiev se derrumbó una vez llegó al campo base. “No podía dormir porque estaba digiriendo todo lo que me pasaba. Y en la tienda sólo lloré. Acurrucado en posición fetal, lloré durante media hora y no pude parar. Sollocé, como si me hubieran quitado lo más preciado … Sollocé y jadeé. Todo lo que se había acumulado durante estos días estalló. Este ascenso me obligó a un trabajo titánico. Pero no me arrepiento, porque fue solo mi camino, el que pude vivir y sentir cada centímetro de él”.
No hay que olvidar, que cualquier ascenso de Rustam Nabiev suele durar normalmente el doble de horas que el de una persona con las extremidades inferiores. Su gesta deportiva es altamente inspiradora para otras personas.
Artículos relacionados:
Vadim Druelle, 19 años, se convierte en alpinista más joven en hollar un 8.000 sin utilizar oxigeno