Sierra Nevada no se toma vacaciones durante los meses de verano. Aunque la nieve haya desaparecido, el personal de la estación de esquí se embarca en una serie de trabajos imprescindibles para garantizar que todo esté en perfectas condiciones cuando llegue el invierno. Estas tareas abarcan desde el mantenimiento de las infraestructuras hasta la conservación del entorno natural, y son clave para asegurar la seguridad y la eficiencia de las operaciones durante la temporada alta.
Mantenimiento de los remontes: Garantizar la seguridad
El mantenimiento de los remontes es una de las labores más críticas que se realizan en verano. Durante este periodo, se llevan a cabo revisiones exhaustivas de todas las instalaciones mecánicas, incluyendo telesillas y telecabinas. Estas estructuras pasan por un proceso de inspección y ajuste que incluye el engrase de las partes móviles y la revisión de componentes clave, como las pinzas que sujetan los cables. Además, se realizan ensayos no destructivos, como radiografías y pruebas con partículas magnéticas, para detectar posibles signos de fatiga en los materiales.
Una vez que se completan las inspecciones, los remontes se someten a pruebas de carga en las que se simula el peso máximo que soportarán durante la temporada. Estas pruebas permiten verificar el funcionamiento de los sistemas de frenado y aceleración, asegurando que los remontes cumplan con todas las normativas de seguridad antes de que vuelvan a operar en invierno.
Control del viento y acumulación de nieve
El clima en Sierra Nevada, conocido por sus fuertes borrascas, requiere una planificación cuidadosa. Durante el verano, se ajustan los paravientos, estructuras que ayudan a controlar la acumulación de nieve en las pistas. Dependiendo de su altura y distancia del suelo, estos paravientos pueden redirigir la nieve hacia áreas específicas de la montaña, optimizando su distribución para las actividades invernales. Esto es fundamental para asegurar que las pistas cuenten con una cobertura de nieve adecuada durante la temporada.
Revisión y ajuste de las pistas
En lo que respecta a las pistas, una de las principales tareas del verano es la revisión y reparación de los límites de las zonas esquiables. Las marcas que delimitan las áreas seguras son inspeccionadas y, cuando es necesario, reemplazadas o enderezadas. Estos postes delimitadores son fundamentales para guiar a los esquiadores cuando la nieve cubre el terreno, asegurando que se mantengan dentro de los márgenes permitidos.
Desmontaje y mantenimiento de la maquinaria
El mantenimiento de la maquinaria es otro componente esencial de los trabajos de verano en Sierra Nevada. Durante estos meses, prácticamente todas las máquinas que se utilizan para el acondicionamiento de pistas y producción de nieve son desmontadas para ser inspeccionadas a fondo. Cada cable, funda y componente es revisado en busca de posibles daños o desgaste, y se reemplazan las piezas que presentan problemas. El objetivo es garantizar que toda la maquinaria esté en óptimas condiciones cuando comience la temporada de invierno, evitando fallos que puedan interrumpir las operaciones.
Preparación de módulos para el Snowpark
En el Snowpark, las tareas de verano se centran en la reparación y construcción de nuevos módulos para la próxima temporada. Estos módulos, que incluyen estructuras como saltos y obstáculos para esquiadores y snowboarders, son revisados para asegurarse de que estén en buen estado. Además, se diseñan y construyen nuevos elementos que mejorarán la experiencia de los usuarios. Todo el material se almacena de manera organizada para que su instalación sea rápida y eficiente cuando llegue el invierno.
Prácticas de rescate: Preparación para emergencias
Aunque las situaciones de emergencia en los remontes son raras, el personal de Sierra Nevada realiza prácticas de rescate durante el verano para estar preparado ante cualquier eventualidad. Estos entrenamientos incluyen simulaciones de evacuación en las que los trabajadores practican descender por los cables de los telecabinas y rescatar a los ocupantes. Estas prácticas son obligatorias y permiten al personal estar listo para actuar en caso de que se produzca un fallo en los remontes durante la temporada.
Sistemas de producción de nieve: Optimización tecnológica
Otro aspecto crucial en la preparación de la estación es el mantenimiento y actualización de los sistemas de producción de nieve. Durante el verano, se revisan los cañones de nieve y se instalan nuevos compresores y sistemas de bombeo. Estos nuevos equipos son más eficientes, lo que permite producir más nieve con un menor consumo de energía. Esta optimización es esencial para garantizar que las pistas cuenten con suficiente nieve artificial desde el inicio de la temporada, incluso si las condiciones climáticas no son ideales.
Conservación del medioambiente: Protección de la flora
Sierra Nevada también dedica gran parte de sus esfuerzos en verano a la conservación del entorno natural. Uno de los trabajos más importantes es la hidrosiembra, una técnica que consiste en proyectar una mezcla de semillas y fertilizantes sobre el terreno para restaurar áreas erosionadas o afectadas por las actividades invernales. También se llevan a cabo replantaciones y trasplantes de flora local, especialmente en zonas que podrían verse afectadas por obras o proyectos de expansión. El objetivo es minimizar el impacto ambiental y asegurar que la biodiversidad de la zona se mantenga intacta.
La estación de esquí Sierra Nevada está propagando una población de sauce, Salix hastata, un arbusto en peligro de extinción, para reintroducirlo en la cabecera del río Monachil. Sierra Nevada, en conjunto con el Jardín Botánico de la Hoya de Pedraza, ha logrado propagar 110 ejemplares de este sauce, que serán plantados en los próximos veranos en la zona de la pista de El Río. La reproducción del Salix hastata comenzó con esquejes cedidos por el Jardín Botánico, los cuales fueron propagados en colaboración con el Vivero Provincial de Granada, ubicado en Fuente Vaqueros.
