Silvia Mas (Barcelona, 1996) lleva los últimos meses centrada en la preparación para la Puig Women’s America’s Cup. La regatista ex olímpica, llamada a ser una de las timoneles del Sail Team BCN femenino, nos recibe en el Real Club Náutico de Barcelona, el corazón de su intensa rutina de entrenamientos. La primera edición de la Puig Women’s America’s Cup se celebra en Barcelona del 5 al 13 de octubre, dentro del marco de la America’s Cup. Silvia nos habla con pasión sobre su transición desde el 470 olímpico a los AC 40 con foils, compartiendo sus aprendizajes, los desafíos de la competición y su firme deseo de conquistar nuevos horizontes en el mundo de la vela.
¿Tiene mono del 470? ¿Puede resistir sin el 470?
– Pues sí, bastante, y más ahora que habiendo navegado otro tipo de barcos más rápidos y más grandes, donde el equipo es diferente, estoy aprendiendo muchas cosas que me vendrán muy bien para aplicarlas al 470. Tengo ganas de volver. La campaña anterior fue exprés, entre el COVID nos quitó un año, entre el parón atrás los anteriores Juegos de Rio y entre que tuve una lesión del ligamento cruzado de la rodilla que me obligo a pasar por el quirófano, solamente pude estar un año navegando con Nico (Nicolás Rodríguez). Fue una campaña muy corta y muy dura porque íbamos contrarreloj y teníamos que adaptarnos a navegar juntos. Todo empezaba a ir bien y se interrumpió la selección del equipo español cuando las cosas nos iban yendo mejor. Fue un momento difícil, pero ahora estoy contenta.
¿Cómo salió delante de esa fase de frustración?
Di un paso atrás y ahora estoy navegando en el TP52 Alegre que me está dando nuevas perspectivas. Somos 30 personas, yo navego como media proa mid-bow pero pasó mucho tiempo trabajando con el los analistas de datos, con diseñadores de velas, etc. Veo las cosas desde más cerca y estoy involucrada en todos los procesos. También me surgió la oportunidad de la America’s Cup femenina y me adentro en barcos voladores. Tengo muchas herramientas para aplicar a una campaña de 470 y poder implementar todo lo que estoy aprendiendo,
per0 también los contactos de gente útil que estoy haciendo.
¿Fue mala suerte para sus aspiraciones haber coincido con Jordi Xammar en el equipo español de 470?
– Yo no lo veo así. Cuando afrontas una campaña olímpica es para ir a los Juegos y ganar una medalla, y la campaña yo la veo como un tema de equipo, de nación, no algo individual. Para conseguir la plaza tú tienes que estar al 100%, y si otra tripulación esta mejor tienes que saberlo aceptar y saber que ya llegará tu momento. Hay momentos para todos. Para mí fue una gran experiencia, aprendiendo a luchar y a esperar mi momento. La diferencia de edad con Jordi también reforzaba mi idea de esperar mi momento. De hecho, con Jordi no pude competir ni un año por las circunstancias de la última campaña que te comentaba antes.
¿Cómo te llegó la oportunidad del Sail Team BCN?
Cuando crearon el equipo dijeron públicamente que no tenían tripulaciones determinadas, que abrían la puerta a cualquiera que quisiese participar en una selección abierta, sin condicionantes de su procedencia ni su palmarés deportivo. Fui a la convocatoria en la base de Sitges y empezó un proceso de selección, en el que tú también vas viendo cómo puedes encajar. Me fui ilusionando y me seleccionaron.
¿Han podido seguir la hoja de ruta inicial o ha habido muchas curvas y sobresaltos?
– Al inicio fueron muy claros y transparentes, explicándonos que en función de los patrocinadores que encontrasen el programa de preparación sería de un modo u otro. Estamos engranando muy bien todos, los regatistas y los directivos.
¿Había foileado antes?
– La primera fue en un 69F durante un mes en Italia, con Paula Barceló y dos extranjeras. La experiencia me sedujo absolutamente. Luego empecé a navegar en WASZP en Barcelona y Masnou, por cierto, con chavales muy jóvenes que ayudaron mucho al principio. Luego empecé en Moth y ya dentro del Sail Team BCN empecé con el G32. Llevo un año foileando bastante, y recientemente hemos empezado con el AC 40 que alquilamos al equipo francés algunos días.
¿Es complicado no disponer de un AC 40 full time para entrenar a dos meses de que empiece el baile?
– Es una sensación agridulce, porque es verdad que no tenemos un AC 40, pero si tenemos un equipo muy muy bueno, y pensamos que con un AC 40 las cosas serían completamente diferentes. No me gusta ver como los equipos de la America’s Cup pueden entrenar con sus propios barcos, te desanima un poco verlos entrenar casi cada día. Pero estoy muy contenta porque ahora hemos terminado el segundo bloque de entrenamientos con el barco alquilado chartered y las mejoras de un día a otro son destacables. Estamos aprovechando muy bien las
oportunidades, y nuestra curva de mejora es muy alta. He de decir que el equipo francés nos ha tratado muy bien y nos ayudado mucho.
Con tu cultura de vela open y mixta, ¿qué te parece que ahora surjan categorías exclusivamente para
mujeres?
– La realidad es que en la vela profesional no hay circuitos femeninos, y en los abiertos como en TP52 o RC44 hay muy pocas chicas. En el equipo Alegre, por ejemplo, solo somos dos mujeres, la analista de datos y yo. Lo veo como que ahora empieza a existir ese movimiento, no me parece mal que exista. Tenemos que aprender y aprovechar la oportunidad que nos brinda la Womens AC, y por qué no más adelante poder competir en la grande.Precisamente estos barcos no tienen componente físico y esa barrera ya no está. La barrera es básicamente la
experiencia, por eso es importante que aprovechemos esta campaña para adquirirla. Aspiro a poder competir en la America’s Cup.
¿Qué sabe de los otros equipos invitados de la Women’s AC?
– Sabemos que las holandesas están todo el día practicando en el simulador y en las regatas virtuales que hacemos van muy bien. Canadá montó su base en el BISC (Barcelona International Sailing Center) y dedican muchas horas al simulador. Las suecas tienen su propio AC 40 y tras navegar en Belfast acaban de mudarse a Badalona (a 4 millas del Port Olimpic). Seguro que ellas dominaran ese grupo.
Las semifinales, ¿un reto o un objetivo?
El barco es complejo y hemos de ser muy cautelosas para que no se convierta en un caballo desbocado. El objetivo es pasar sin empujar muy fuerte, evitando problemas con otros barcos ni con nuestro control del barco. Hay que ser realistas, llevamos pocas horas de vuelo y si avanzamos en la serie ir apretando paulatinamente un poco más.
¿En qué condiciones han podio navegar con el AC 40?
– Con muy poco viento, algún día de 14-15 nudos y un par de veces con olas grandes. No tuvimos complicaciones ni ninguna clavada de proa y pudimos comprobar la diferencia entre apretar / empujar fuerte o navegar más conservadoramente.
¿Qué opciones de futuro contempla después de Barcelona 2024 con las actuales normas de nacionalidad
tan restrictivas?
-Bueno…. Hay gente que está trabajando para intentar crear un equipo español de AC, y que ahora estemos en las categorías Youth & Women’s puede ayudar a ello. Obviamente será un gran plus que la próxima edición vuelva a ser en Barcelona, o incluso en Valencia tal como se rumorea.
¿Repetirías en otra Women’s America’s Cup?
– Si me dieran la oportunidad, obviamente sí.
¿Qué otras opciones y oportunidades tiene?
Fuera del mundo del foiling estoy muy contenta con los TP52, y también con el equipo Puerto Calero de RC44. También he tenido ofertas para navegar en el circuito de Swan pero no tenía tiempo para comprometerme, con más tiempo es otra oportunidad. Son tres circuitos profesionales que me gustan y motivan mucho. La vela offshore de momento no entra en mis planes a día de hoy. Y en el mundo del foiling confío que el circuito de AC 40 sea una realidad y encontrar alguna oportunidad, y por supuesto en SailGP.
¿Puede hacer un pronóstico de la inminente Women’s AC?
– Vale, pero excluyendo a España. La final podría ser entre las inglesas y las kiwis, pero Luna Rossa son fuertes y la suecas creo llegarán lejos. Y de los jóvenes veo como máximo favorito a los italianos, incuso si Marco (Gradoni) finalmente no navega en el AC 40. Tengo la impresión que Luna Rossa se está preparando muy bien.