Por Alex Galán Trasona. Filmaker, documentalista y guía de viajes.
Hace años, cuando no existía instagram, viajamos por Sudamérica durante varios meses y conocí aquello que llaman ser «mochilero» o hacer unas vacaciones mochileras. La idea era viajar con 5 euros al día durante casi un año, recorriendo desde Buenos Aires hasta Ushuaia y desde el extremo sur hasta el Ecuador. No pagar autobuses sino hacer dedo, no gastar en alojamiento sino dormir en la calle o en casas de gente… Y creímos que estábamos viajando gratis.
Tardé mucho en entender que viajar sin dinero es viajar sin tú dinero. Porque esa familia ecuatoriana tan exótica que te lleva en camioneta sí pagó su gasolina, ese campesino peruano que te da el plato típico de su región sí está gastando un recurso para ti, esa boliviana que te deja acampar en su casa sí está gastando lo que tenía para ella y los suyos en dártelo a ti.
Que nuestras vacaciones mochileras no sean con el dinero de quienes no pueden tenerlas. Que siempre sea un dar y recibir justo.
Hacen eso para facilitar tu viaje. Tu no viajas sin dinero, pero ellos si viajan sin viajar gracias a tus batallitas. Así que cuando un camionero argentino te recoge en medio de la Pampa… Lo justo es conducir por él un rato y entretenerlo mientras descansa. Dar unas clases de inglés a los hijos de aquella agricultora peruana, regalar tu brújula al hombre de la camioneta que te llevó a ver lobos marinos y que está más perdido que tú, y también, por supuesto, gastarte esos 5 euros diarios en algo que haga que esa familia tenga un buen recuerdo de tu paso por allí.
Está muy bien viajar tirado, dejando que la carretera nos lleve a cualquier lado, pero no olvidemos que incluso ese estilo de viaje no dejan de ser vacaciones, y eso es un lujo del primer mundo. Que nuestras vacaciones mochileras no sean con el dinero de quienes no pueden tenerlas. Que siempre sea un dar y recibir justo.