Assignan, a media hora de Beziers y en plena campiña, es un pueblo muy especial del sur de Francia. Sus pequeñas callejuelas esconden el resort enoturístico Village Castigno en perfecta armonía con su entorno. No hay construcciones nuevas y arquitectura fashion. Sus promotores se han dedicado a restaurar algunas de las casas de pueblo para convertirlas en habitaciones, muy especiales y darles un tratamiento único. El pequeño resort rural, por citarlo de una manera entendedora, tiene sus servicios diseminados de forma armoniosa en una pequeña área de 100 metros y está abierto desde el año 2015. El Village Castigno oferta 40 habitaciones, aunque también ofrece una casa familiar con jardín y piscina privada. Tiene cuatro tipos de habitaciones: Desde la Stadndard Rooms -100 euros- a la Prestige Suite, de entre 50 a 90 m2 -295 euros-.
Este típico pueblo del Languedoc mediterráneo es un lugar ideal para desconectar y darse al placer del “dolce far niente”
En este remanso de tranquilidad, el tiempo no existe, más que en nuestro reloj. No hay wifi, ni televisión. Todo está pensado para relajarse y aparcar estrés alrededor de la buena mesa y de una amplia propuesta de actividades para los más activos. Senderismo, mountain bike, scooter, bicicleta eléctrica, excursiones a caballo, salida vintage conduciendo el recordado Citroen 2CV etc. No obstante, el corazón de este típico pueblo del Languedoc mediterráneo es un lugar ideal para desconectar y darse al placer del “dolce far niente”.
Su oferta gastronómica gira en torno a tres propuestas. El restaurante gastronómico “La Table”, el espacio de tapas “La Petite Table”, con embutidos y quesos, y “Le Tahai” donde se fusiona la cocina asiática. Otro de sus puntos fuertes es la cultura del vino que irradia su entorno y sus viñas. Es más que recomendable realizar una cata en la Wine Schol para conocer las particularidades de las viñas y las uvas, garnacha negra, syrah, cariñena y cinsaut, entre otras, de la zona y disfrutar de un taller de la mano de un entendido.
Precisamente, el Village Castigno nació del interés de la pareja belga formada Marc Verstraete y su esposa Tine Claeys por elaborar vino. Tras viajar por medio mundo en busca de su paraíso ideal dieron con una finca de 150 hectáreas, 40 h de viñas, situada a 3 km de Assignan que incluía un château, o casa solariega, en un estado lamentable. Sus vestigios se remontan al siglo XII cuando fue levantada por la Orden de los Caballeros de Malta que mantuvo su propiedad hasta la Revolución Francesa.
Village Castigno no es el fin del mundo, pero es un lugar ideal para desconectar y vivir momentos felices en pareja o familia
Se enamoraron a primera vista del terruño y tras cuatro años de trabajo el château vuelve a lucir espléndido. Los Verstraete son emprendedores por naturaleza y tras llegar a un acuerdo con el ayuntamiento de Assignan -160 habitantes- iniciaron el proyecto de resort hotelero comprando algunas casas del pueblo. Se rehabilitaron y se decoraron de la mano de la interiorista y diseñadora milanesa Marzia Chierichetti. No hay ninguna estancia igual y todo es muy natural.
Otro de sus puntos fuertes es la cultura del vino que irradia su entorno y sus viñas. Las 40 hectáreas de viñedos -80% de entre 70 y 100 años- vuelven a lucir esplendidas tras la apuesta del matrimonio Verstraete por la viticultura orgánica. La viña se cultiva de forma tradicional, como se hacía antes de la llegada de la viticultura intensiva. Los productos agroquímicos como los insecticidas, pesticidas, herbicidas y fertilizantes están prohibidos. En la viticultura orgánica se mima la naturaleza y se produce de la misma forma que hace 100 años, pero con la tecnología y los conocimientos agronómicos actuales. El viñedo se trabaja de forma manual y para la fertilización se utilizan productos naturales como el estiércol o el compost y el suelo se protege con coberturas vegetales.
En el resort Village Castigno de Assignan parace como si se hubiera parado el tiempo
Cultivar en orgánico es cultivar de una manera similar a la viticultura tradicional, “la de toda la vida”, la que existía antes de la viticultura intensiva. En la viticultura intensiva los agroquímicos (insectidas, pesticidas, herbicidas, fertilizantes…) son la norma. El arado de las viñas viejas se hace con el caballo de tiro. En el cultivo orgánico todos estos productos tóxicos están prohibidos. En la viticultura orgánica se vuelve la mirada a la naturaleza, se produce de la misma forma que se producía hace 50 años pero con la tecnología y los conocimientos agronómicos actuales. Se trabaja el viñedo de forma manual y para la fertilización se utilizan productos naturales como el estiércol o el compost y el suelo se protege con coberturas vegetales.
Los vinos biológicos “Château Castigno” ya son una realidad. Las primeras añadas de sus vinos biológicos están en el mercado, aunque la finca sólo produce alrededor de 120.000 botellas anuales. Los vinos se comercializan bajo la denominación de origen AOC Saint-Chinian, que está encuadrada dentro de los vinos del Pays d’Hérault. En la actualidad Château Castigno ofrece 9 tipos; 1 rosado brut, 1 rosado, 2 blancos y 5 tintos.
La bodega en forma de botella y recubierta de corteza del alcornoque es un «canto» a la sostenibilidad
Los caldos de “Château Castigno” están a punto de estrenar nueva bodega, que rompe esquemas. La idea nació de una discusión amigable entre el afamado arquitecto e interiorista belga Lionel Jadot y su promotor Marc Verstraete, que buscaba una construcción a modo de escultura. El resultado ha sido construir una bodega en forma de botella que sale de la tierra y sustenta el cuello de la botella en seis columnas a modo de ramas. La parte exterior del edificio se ha tapado con una cubierta exterior de corcho -2000m2- para conseguir integrarlo en el entorno.
Jadot ha reconocido que «cuando dibujé este proyecto, realmente lo hice como un niño que imagina una pequeña cabaña en la playa con ramas pequeñas. La es un material que me ha fascinado desde comienzo de este proyecto primero por sus muchas ventajas: su aspecto crudo, sus cualidades aislantes, su durabilidad en el tiempo, su lado imputrescible. Me pareció divertido recubrir todo un edificio de corcho. Le confiere un aspecto arcaico y muy contemporáneo al mismo tiempo. Y el resultado será asombroso El edificio de lejos no tendrá de reflejo, será extremadamente mate. El corcho de tamaños y formas irregulares forma un caparazón cuyas sombras jugarán en el suelo sobre el la luz del sol.”
Si tuviéramos que resumir los efectos del resort Village Castigno, situado en el departamento de El Hérault, en una frase, podríamos decir que no es el fin del mundo, pero es un lugar ideal para desconectar y vivir momentos felices en pareja o familia.
¿Como viajar desde España?
El AVE la opción más sostenible y práctica
Lo más recomendable es hacerlo con Renfe y el AVE desde cualquiera de las ciudades con conexión de tren alta velocidad. Desde Barcelona nosotros tardamos 2 horas y 20 minutos a Beziers. Desde la estación es obligado alquilar un coche y el trayecto hasta Assignan dura alrededor de 30 minutos. La combinación en autobús de línea entre Beziers y Assignan no es regular.